Harry Potter
Contratamos un salón pequeño y lo decoramos con globos rojos y amarillos perlados porque esos son los colores de Griffindor (la casa a la que pertenece Harry en el colegio de magia).
Además, banderines con la insignia de Griffindor.
Sobre una pared colgamos el escudo de Griffindor hecho en telgopor y pintado.
También atravesamos hilos de tanza, a buena altura, y adherimos tubitos hechos con cartulina blanca y celofán rojo para simular velas flotantes, y algunas estrellas plateadas.
En un rincón colocamos un caldero de brujas hecho con cartulina negra (¡era muy real!!). En otro, una torre de sombreros de brujos hechos en goma espuma gris oscura, decorados con pintura plateada; los que se repartieron casi al final de la fiesta.
La mesa
estaba vestida con un mantel de la línea Harry Potter, adquirida en una casa de cotillón, lo mismo que las servilletas y los vasos.
La torta
representaba los jardines de Hogwarts y sobre ella colocamos las figuras de Harry, Ron y Hermione modeladas en porcelana fría.
Entretenimiento:
Para la diversión de los chicos contratamos un castillo inflable y como no podía ser de otra manera a un mago.
Los souvenirs
fueron los sombreros de bruja y unas varitas mágicas que mandamos a hacer en madera.
Las tarjetas de invitación
fueron hechas por un diseñador: La foto de ella vestida de bruja y con una lechuza en la mano.
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